miércoles, 22 de agosto de 2012

Ofendiendo a la clientela



Leyendo este artículo de la Vanguardia he llegado a este otro vídeo en el que la gente de un bar habla de cómo ha cambiado el barrio a raíz de la llegada masiva de turistas, Erasmus, artistas y demás modernos ha cambiado el paisaje y los alquileres de un barrio que antes era poco menos que un gueto. Pero también va más allá: habla de la estandarización de los gustos de la gente, de la esclavitud tipo Starbucks a la que se ven sometidos los camareros, de que el cliente tiene que adaptarse al bar al que va, no al revés.
En mayor o menor medida, es lo que hemos visto con Chueca o con la calle Fuencarral. Aunque creo que aún tenemos algo de suerte, quedan bares de toda la vida en esas zonas donde tomarte una caña con tapa sin tener que ser un gafapasta o llevar ropa fucsia, y espero que la suerte nos dure.
¿Qué opináis?


2 comentarios:

ElChef dijo...

Me parece una opinión muy bien razonada. Lo que siempre hay que considerar es si a final de mes las cuentas cuadran. Si es el caso y los propietarios están satisfechos, porqué vender tu culo? Yo en lo que estoy 100% de acuerdo es en que los clientes no mandan. O sea se que no puedes dejar que los clientes decidan qué se debe servir y que no, cómo se debe servir,...etc. Hay clientes que por nada más que entrar por la puerta piensan que saben llevar el negocio mejor que tú. Nadie oliga a que vengan a consumir a este local en NeuKöln, así que si no te mola, que se vayan con la música a otra parte ( por no decir que se vayan a tomar por culo).

ElChef dijo...

Otro tema son los comentarios en las redes sociales. Siempre se puede hacer una crítica con criterio y con la sana intención de transmitir un mensaje de mejora contructiva. Bueno, hay locales que no merecen ningún tipo de buen comentario, por ser rematadamente incapaces. Es un tema peliagudo. Lo que sí es verdad es que estos del Bar en NeuKöln lo tienen muy claro, y eso siempre es un buen comienzo.