Tiembla, 2010

Ya era hora de que nos felicitáramos el año nuevo desde el blog, pero los preparativos de la cena de Nochevieja, unidos a los excesos alcohólicos y gastronómicos de estos primeros días del año, han conseguido que esta felicitación tenga ya cierto tufillo a moho y a rancio, a que ya no viene a cuento, estando a 3 de enero. Como por aquí tenemos unas costumbres de lo más nuestras y celebramos las cosas cuando nos da la gana, para mí esta felicitación está fresca como una joven con pantalones ajustados.
De modo que os deseo a todos un grandísimo 2010, lleno de rap, crema, éxitos, risas, noches sin dormir y días sin despertar. A disfrutar, que sólo nos quedan 362 días. Y no os quedéis sin aire