domingo, 17 de octubre de 2010

Cuando el mundo se volvió graffiti






Últimamente se está hablando mucho de graffiti, o arte urbano, como lo llaman muchos ahora, y sobre todo se habla de Banksy, primero por su peli "Exit through the gift shop" y más recientemente por haber creado unos títulos de crédito demoledores a medias para los Simpson. Hoy El País publica un interesante reportaje sobre el graffiti, arte urbano, street art o como quieran llamarlo ahora. Para los rappers de toda la vida que hemos forrado carpetas de fotos del Okuda, de Duke 103, de KSR 145 o de Dak One, esto de pintar paredes no es nada nuevo, pero es cuanto menos curioso que, después de años y años de considerar al graffiti una actividad vandálica de delicuentes juveniles, ahora todo el mundo se regocije con el arte urbano (una denominación en mi opinión mucho más políticamente correcta y que se ha acuñado para intentar meter al graffiti en el redil de las galerías de arte y el mercado, porque graffiti sigue sonando muy delictivo).


Ya lo dice Banksy en la entrevista para el reportaje, "Sería una vergüenza que el arte callejero terminara atrapado en las vitrinas de un museo", pero también es verdad que este tipo ha creado una industria a su alrededor que debe de ir muy bien, por lo que se crea la inevitable polémica entre los que entran al juego de las galerías y el famoseo y los que quieren que el graffiti siga siendo el arte ilegal y vandálico que tanto nos gusta. A mí personalmente me da igual si los grafos se convierten en un negocio, y de hecho me alegro que la peña se gane la vida de ese modo, porque hay muchos que hacen auténticas maravillas que otros ni soñamos alcanzar. Os dejo con unas últimas palabras de Banksy, "¿Sabes? Pintar grafiti es una actividad muy peligrosa, trabajas de noche, rodeado de borrachos, guardias de seguridad y el constante pensamiento de no saber lo que estará haciendo tu novia en aquel momento... es peligroso, muy peligroso", y con el grandísimo Aesop Rock recuperando el espíritu de Style Wars y los orígenes, ¡yeah!

(nadie llena el estómago sólo con arte, más o menos)

1 comentario:

elchef dijo...

Es como en todo. La moral del público, de la sociedad no se basa en si está mal o está bien, más bien parece que depende de quién diga que está mal y quién diga que está bien.La prensa? La tele? Quiero dejar algo claro y es que graffitti no son 6 niños de 15 años comprando botes de pintura y manchando con mierda las paredes de las casas de los vecinos, pensando que son una crew y que van contra el sistema. Eso habría que abolirlo como los propietarios de los perros tienen que limpiar las mierdas de sus perros. Graffitti empezó como mensaje, frases contra el sistema, el gobierno, la sociedad, escritos en espacios públicos donde más gente pudiese leerlos. Nació en paredes del Bronx y de California. Hoy en día se ha convertido en una gama artística. Es un tema complejo lo del arte: donde trazas la línea entre lo que es y no es arte, entre quien es y no es un artista. Lo del graffittero de Rio en el artículo del país da ejemplo de como hacer de algo que sabes que no es ni bueno ni bonito, como las fabelas, algo digno de ver. Lo de Bansky es arte intelectual. Qué es el graffitti entonces?