lunes, 9 de febrero de 2009

Lo espeial mal hecho es dos veces malo

He pasado el fin de semana en Barcelona y el viernes Lara, por propuesta de sus companeras de trabajo, trabajo que se dedica a la organización de eventos por lo cual conocen muchos estableciemientos de toda índole, decidió que cenásemos en un restaurante indio en la zona del Borne ( lo siento, no os digo el nombre para que ni penseis en ir ). Ya sabemos como son estas zonas: Hace unos anios eran barrios marginados, pobres y con cierto olor a chamusquina, vinieron 4 gatos con un poco de estilo, lo siento por concretar, en Madrid pasó lo mismo con el barrio de Chueca, vinieron 4 gays y con un par de tiendas, 2 cafeterías, 1 discoteca y muchos gays al rededor consiguen que estas zonas se revaloren, empiecen a tener afluencia de gente e incluso sean las zonas más reclamadas de una ciudad.
El problema como en todo lo que tiene éxito, es que la mayoría de los que se quieren subir al carro son unos incompetentes, da igual en lo que se metan. Una tienda de moda, como una peluquería o un restaurante. Piensan que estando en la zona, ya son igual de "buenos" que el vecino.
Este restaurante tenía una decoración "bien", siempre con un toque hortera, pero es lo que suele gustar, a demás al ser un restaurante indú, con toques dé sus origenes ( incido en TOQUES ), una carta con algo de exótico ( más que nada porque no entiendes lo que estás leyendo ) y , eso sí, una tele de a kilo con pelis de Boliwood.
El servicio claro que no era indú, lento, sin experiencia y tomándose digamos que era una bebida refrescante sentada en un taburete de la barra cuando no estaba obligada a servir las 3 mesas que había, la comida muy regular, muy poco típica, que es lo que se busca en este tipo de restaurante, el vino lo elegí yo y fue nefasto ( me apunto un tanto en negativo para la próxima) y el café horrendo.
A lo que voy con esto, a parte de los 30 € por pax que nos gastamos, es que para comer la comida tradicional indú, marroquí o vietnamita, por decir 3 ejemplos, te tienes que ir al barrio donde vivan más indús, marroquís o vietnamitas e ir seguramente al restaurante con menos decoración, con menos oferta en la carta y donde solo tengan el vino que los propietarios beban. Quieres tradición, pues tienes que dejar a parte las "mariconadas" de los establecimientos de restauración que quieren destacar por algo que no tienen ni la más remota idea de ofrecer en condiciones.
Yo me imagino abrir un restaurante espaniol en Waikiki y que los espanioles que visiten el restaurante digan: Chapó!
Por eso : LO ESPECIAL MAL HECHO ES DOS VECES MALO.

1 comentario:

Alfonsucio dijo...

Pasa con todo me temo, compañeros... cualquier patán ve el dinero y cree que él también puede y tiene derecho a intentarlo, y ya sea rapear o poner un restaurante, hay que saber hacer las cosas y no lanzarse en los brazos de lo que está de moda o lo que tiene éxito... y así nos va como nos va